Somos una familia que elabora fiambres en Tandil de manera artesanal. Nuestro orgullo: el genuino salamín Tandilero.
La historia de la Familia se remonta a principios del siglo pasado, cuando Pietro Cagnoli llegó desde la Lombardía Italiana y se radicó en Tandil. Su hijo Don Pedro Cagnoli, entendió que Tandil era el clima ideal para la elaboración de salames y salamines. Su experiencia y el aire de las sierras crearon la sinergia que dio origen al inconfundible sabor que hoy caracteriza nuestros productos. Don Pedro, inició un legado familiar, que 4 generaciones después, mantiene vivo un legado de tradiciones y amor por la calidad.
Cagnoli
